Desde 1981
Sobre Nosotros
Desde 1981
Sobre Nosotros

Nuestra Misión

Bienestar construye vivienda, esperanza, y comunidad para la prosperidad de Latinos inmigrantes, y todas las familias en necesidad.

Nuestra Historia

Bienestar fue fundada en 1981 con la misión de proveer vivienda de calidad a trabajadores del campo y sus familias debido a las deficientes condiciones de vivienda en los campos migrantes.

 

Los campos migrantes eran “simplemente horribles, horribles para los estándares de hoy”, decía Héctor Hinojosa, co-fundador del Centro Cultural y el Centro de Salud Virginia García Memorial, quien vivió en los campos migrantes con su familia de adolescente.

 

A finales de los 70s y principios de los 80s, voluntarios de Bienestar comenzaron a abordar la necesidad de vivienda y servicios comunitarios para Latinos. La primera comunidad construida por Bienestar en 1983 con apoyo de residentes implicados, iglesias, y organizaciones, fue Elm Park, ubicada en Forest Grove.

Nuestro Portafolio

Desde el desarrollo de Elm Park, Bienestar ha agregado otras once propiedades a su portafolio, y actualmente es dueña y operadora de 12 propiedades multifamiliares económicas para más de 2000 residentes. Hoy, más del 95% de nuestros residentes son Latinos, y muchos son inmigrantes y/o trabajadores del campo.

Porque construimos:

Creemos que la vivienda segura, estable, y económica es fundamental para el bienestar económico y la reducción de la pobreza intergeneracional en las comunidades de color. Desafortunadamente, la crisis de vivienda económica en el Condado Washington significa que las familias de bajos recursos tienen dificultades para encontrar vivienda a precios de mercado y normalmente terminan en vivienda insegura, condiciones de aglomeración o se arriesgan a quedarse sin hogar.

Que construimos:

Construimos los, difíciles de encontrar, apartamentos económicos de dos, tres, y cuatro habitaciones que son cruciales para familias con hijos. Con la ayuda de nuestros líderes comunitarios entrenados, Promotores, nuestras propiedades se han convertido en más que solo un lugar para que las familias vivan. Se han convertido en comunidades vibrantes donde las familias se sienten seguras, cuidadas, apoyadas y escuchadas – permitiendo a los residentes enfocarse en construir su futuro y lograr sus sueños.